La receta de hoy es un plato que está presente en muchos de nuestros hogares, particularmente yo lo suelo hacer más en verano, al igual que mi madre y en casa gusta mucho, es una receta muy socorrida ya que nos puede sacar de un apuro para tener un plato rápido o cuando tenemos invitados de imprevisto. En esta receta es importante que el tomate sea de buena calidad para realzar el sabor, aunque si nos vemos más apurados se puede usar tomate triturado ¡Vamos con la receta!
Ingredientes:
- Pechuga de pollo
- Un pimiento verde italiano
- Una cebolla
- Dos dientes de ajo
- 1/2 cta de azúcar
- Vino blanco unos 150 ml.
- Aceite de oliva
- 1/2 pastilla de caldo de pollo
- 4 tomates rallados o una lata de tomate triturado
- Sal, pimienta negra molida, pimentón de la Vera dulce
- Agua.
Preparación:
Trocear la carne, rehogar en el aceite previamente salpimentada, añadir la cebolla picadita junto con los ajos y el pimiento verde en trozos agregar el vino blanco y agua hasta que los cubra, lo dejamos reducir, después añadiremos los tomates rallados o el tomate triturado, remover y añadir el pimentón y la media pastilla de caldo, lo tapamos para evitar las salpicaduras y dejar que se haga poco a poco removiendo hasta que el tomate haya eliminado su jugo más o menos durante una media hora hasta que la carne está tierna. Probar durante la cocción el tomate por si fuera necesario añadir el azúcar para rebajar la acidez. La salsa se puede pasar por la batidora para que sea más fina o lo podemos dejar tal cual. En mi caso no la trituré, serví la carne acompañada de patatas fritas en cuadraditos y unos espárragos verdes rehogados.
